¿A partir de qué edad puede usar un bebé una hamaca?

Es una pregunta que toda madre y padre se hace y la cual puede generarle algunas dudas e inquietudes. En ningún caso, es razón para no adquirir un accesorio que reúne tantas ventajas y beneficios para el bebé y para toda la familia.

La hamaca para bebé es un accesorio de extraordinaria utilidad y sumamente seguro si se usa de manera adecuada. Cumple con los mayores requisitos para la comodidad y bienestar del bebé y puede llevarse a cualquier parte dentro y fuera del hogar.

¿Por qué tener una hamaca para tu bebé?

Es un accesorio muy práctico con muchas ventajas respecto a otros productos similares. Es conveniente destacar que la hamaca es una silla reclinable y acolchada que permite que el pequeño pueda estar en posición semi horizontal.

Esa posición en la que su cabeza está asegurada y protegida es ideal porque puede mantener contacto visual con cuanto lo rodea y le hace sentirse muy cómodo en el agradable ambiente familiar. Además, también puede dormir, puesto que está diseñada para reclinarse por completo.

Tenerla es contar con un accesorio indispensable que puede llevarse a donde se quiera, pensando siempre en la comodidad y en la seguridad del bebé. Este último aspecto es fundamental porque las hamacas tienen unos cinturones para asegurar que ni se resbale ni se caiga, sea cual sea la posición en la que esté.

La suma de esas características y ventajas hacen de esta un gran aliado para la familia durante el tiempo que se necesite y permite el desarrollo del bebé en las mejores condiciones.

¿Cuándo puedo usarla? ¿A partir de qué edad?

cuando poner bebe en hamaca

Estas son las preguntas más frecuentes respecto a este práctico y útil accesorio. Y la respuesta es muy sencilla y sin la menor duda: puede usarse desde el primer día. Al estar ligeramente inclinado el respaldo, la espalda y el cuello estarán siempre bien apoyados.

No debemos tener temor alguno si aún el bebé no puede sostener su cabeza por sí mismo. Sin embargo, debemos asegurarnos de que nuestro modelo de hamaca permite su uso desde esa primera etapa de crecimiento. Hay modelos que sí lo permiten y otros que necesitan un cojín reductor adecuado para poder colocar al recién nacido totalmente seguro y cómodo.

Si se hace un uso adecuado siguiendo las indicaciones del fabricante, no debemos preocuparnos, porque estas mecedoras están especialmente diseñadas para evitar cualquier riesgo e incomodidad.

Si se prefiere no usarla desde el primer día, lo más recomendable es ir probando y ver cómo se siente y cómo reacciona. En muchos casos, el momento justo de cuándo poner bebé en la hamaca dependerá de él mismo, teniendo en cuenta que no todos deben sentirse cómodos desde la primera vez. Cada uno se adapta a su manera.

Por eso es oportuno insistir en que se sepa comprar el modelo que permita el uso desde un primer día y durante bastante tiempo, incluso pasando los 6 meses. Para esto, en nuestra web, ya tendrás toda la información sobre la edad recomendada de cada modelo analizado.

Y hasta cuándo usarla es otra pregunta frecuente que no debe pasarse por alto. Muchos modelos están pensados hasta los seis meses, pero hay otros que están fabricados para soportar más pesos. La mayoría de estas hamacas son productos multifuncionales y evolutivos con varias posiciones y que puedes convertir en columpio, balancín o silla. Así, puedes adaptar el modelo con el crecimiento de tu hijo o hija.

Precauciones a tener en cuenta

El uso de la hamaca implica tener presente unas normas elementales de seguridad que se deben atender y seguir al pie de la letra. A final, estamos hablando de la tranquilidad de la familia y de la comodidad y seguridad de nuestro pequeño.

  • Compra un modelo con una estructura estable y sólida.
  • Respeta las instrucciones del fabricante para su buen uso.
  • Usa siempre y de manera correcta el sistema de sujeción de correas y arnés.
  • Nunca debe ponerse en lugares altos ni sobre superficies irregulares o blandas.
  • Nunca debe usarse como silla para el bebé en el coche.
  • Si se quiere para dormir, siempre debe acostarse boca arriba.
  • En ningún momento, puede permanecer en la hamaca sin que esté presente un adulto supervisándolo.
  • No usarla más tiempo del que indica el fabricante en cuanto al peso especificado.

En definitiva, se trata de un accesorio que ofrece completa seguridad si se cumple su buen uso, pero eso no significa que ha de estar todo el día. La movilidad es limitada y es por eso que debe alternarse con otros espacios que sirvan de estimulación sensorial en esta etapa del crecimiento tan importante.

¿Cuándo va bien utilizarla?

Sin olvidar en ningún momento las normas de seguridad y las especificaciones de buen uso indicadas, una de las principales ventajas es su característica de accesorio portátil.

Puede usarse en cualquier lugar de la casa donde se encuentre la familia, ya sea compartiendo horas de diversión o mientras se cumplen algunas tareas cotidianas.

Si es para ir de camping o a la playa, es sumamente práctica y lo ideal es incorporarle una sombrilla. Es importante que se cuente con los complementos que favorezcan el bienestar y la seguridad del pequeño de la familia.

Cuando se hacen viajes largos, es cuando puede comprobarse su máxima utilidad, siempre que no se pretenda usar como silla en el coche. Su incomparable ventaja es que cuando se hace alguna parada, puede usarse la posición semi inclinada o totalmente inclinada, según esté despierto o durmiendo.

Así pues, podemos utilizarla en una gran variedad de circunstancias y ambientes para que toda la familia se sienta a gusto y disfrutando con tranquilidad.