Uno los accesorios indispensables cuando se tiene un bebé es la hamaca. Pero con compra, también nos llegan algunas dudas. Por ejemplo, podemos preguntarnos cuánto tiempo puede estar un bebé en una hamaca.
Antes de nada, hay que aclarar qué es una hamaca para bebé. Es una silla acolchada y con una ligera inclinación para que su posición semi horizontal. Eso le permite una postura muy cómoda y una visibilidad bastante completa de su entorno.
Pero, ¿cuánto tiempo debería estar un niño en la hamaca?
Debe tenerse en cuenta que el tiempo del bebé no es el mismo que el de un adulto y menos de un adolescente. Es un factor que no puede pasarse por alto para evitar que esté sometido a posturas que le resulten desagradables o incómodas, sobre todo si son muy prolongadas.
En principio, no está determinada ninguna norma que indique el periodo que pueda estar tumbado en una hamaca. Hay quienes aseguran que solo puede usarse cuando ya ha cumplido los dos meses y es capaz de mantener la cabeza firme.
La verdad es que no hay un momento exacto para esto, pero sí es cierto que incluso un recién nacido se puede poner en una hamaca, según la manera cómo se haga. Y es que no está acostado ni sentado, sino que está ligeramente inclinado. En esa posición, su cuello no se está esforzando y su cabeza tiene apoyo en el respaldo. Sin embargo, es recomendable utilizar un cojín reductor si la hamaca no está adaptada totalmente a recién nacidos.
Basándose en los últimos estudios, los pediatras y expertos recomiendan que el periodo no sea nunca superior a las dos horas.
Recuerda que un periodo excesivo en una misma posición supone una limitación prolongada de sus movimientos. También podría derivar en problemas como apnea del sueño o la plagiocefalia, es decir, el síndrome de la cabeza plana.
El periodo que pueda durar en la hamaca depende en buena medida del afecto y la atención de sus padres. Un prudente tiempo de permanencia debe alternarse con ratos de tenerlo en brazos, acostarlo y hacerle ejercicios de estimulación visual y corporal.
Qué no debe hacerse
Para garantizar su seguridad y comodidad, debemos evitar:
- No colocarla en lugares altos.
- No apoyarla en superficies inestables o irregulares.
- Nunca utilizarlas dentro de los coches en sustitución de las sillas.
- Asegurar que todos sus sistemas de retención estén bien colocados y ajustados.
Cómo detectar que se está cansando
Si bien el tiempo que pueda estar en una hamaca depende en buena medida de su diseño ergonómico, permanecer durante mucho tiempo le hará manifestar indicios de malestar o ansiedad.
El llanto y inquietud ya manifiestan una incomodidad que debe tenerse en cuenta. Por supuesto, esto también dependerá del modelo de hamaca que tengamos. Si se tiene la apropiada con buenos materiales, el bebé estará a gusto por más tiempo.
Si reúne los más altos estándares de calidad en materiales y diseño, se garantizará que pueda estar más tiempo en el mejor ambiente y rodeado del afecto que necesita.
Para detectar su cansancio, tampoco podemos basarnos en unas reglas fijas, aunque sí que podemos detectar ciertos indicios. Siempre habrá de tenerse presente que nuestro hijo requiere de atención y calor humano para sentirse tranquilo y sin molestias.
Para evitar su cansancio, lo más indicado es adquirir la que reúna ciertas características indispensables:
- Que sea reclinable en varias posiciones.
- Que el material acolchado no sea caluroso ni produzca irritaciones.
- Que se corresponda con su peso y medidas.
- Que tenga un sistema de vibración que ayude a relajarlo y tranquilizarlo.
- Que tenga algunos accesorios complementarios que llamen su atención y lo entretengan.
- Que la funda sea lavable para evitar la acumulación de malos olores y bacterias.
Estas recomendaciones aseguran que pueda permanecer más tiempo en la hamaca.
En definitiva, su uso no cuenta con normas fijas en cuanto a su permanencia y a la manera de usarla, pero sí deben seguirse consejos y recomendaciones puntuales como los que se han comentado.
El tiempo que el bebé pase en la hamaca está medido básicamente por la atención, comprensión y cariño de los padres en cada caso particular. Lo que sí es seguro es que la elección de una de calidad, elaborada con los materiales de mayor eficacia y con diseño adecuado garantizará su descanso, desarrollo y el mayor confort.